Hace algunos años me senté a ver Calle 54 de Fernando Trueba con la esperanza de que fuera una continuación de esos gloriosos últimos minutos de Two Much en los que Paquito de Rivera, Cachao y Michel Camilo lanzan una sabrosísima descarga, no sabía nada de la película, así que lo que ví fue una auténtica sorpresa: Paquito de Rivera nos da un paseo por la América Latina hasta que llega a Venezuela y... ¿Quién es el encargado de pasearnos por la Tierra de Gracia? Nada más y nada menos que Aquiles Báez con su cuatro. ¿Aquiles en una película de Fernando Trueba junto a las leyendas del Jazz Latino? Enseguida recordé al gordito que con lentes oscuros se montaba a acompañar a los grandes de la música venezolana a comienzos de los 80 en tarimas como la Cantv, el Ateneo de Caracas y muchísimos otros escenarios en los que mostraba lo que ya era y lo que prometía ser. El Aquiles de El Piache, un disco que es toda una referencia al igual que lo es La Noche del Morrocoy Azul, ese Aquiles inquieto, jodedor, que nos acostumbró a esperar siempre el humor, la buena música, la novedad, un Aquiles que ha hecho el trabajo de difundir nuestra música en el mundo y también se ha encargado de formar a las nuevas generaciones, en una oportunidad entrevistaba al trío C4 y les pregunté -¿Qué es para Uds Aquiles Báez?- la cara de los tres se transformó y muchas cosas se leía en la expresión de Edward, Héctor y Jorge, admiración, cariño, respeto, que es lo que sentimos los músicos venezolanos por él.
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